Nuestros olivares están enclavados en la sierra del segura, en el corazón del espacio protegido más grande de España. Ser un olivar de montaña rodeado de aire puro y aguas cristalinas confiere multitud de matices y sensaciones que se transmiten al consumidor.
Al contar con un régimen de temperatura menor y pocas precipitaciones, esto hace que las producciones sean menores y marca la verdadera calidad de nuestros aceites.