Desde antes de 1580 que mis antepasados se dedicaban al cultivo y extracción de aceite de oliva extra virgen, hasta el día de hoy donde recabamos nuestros esfuerzos y estudios en la mejora si cabe de un producto exclusivo.
Contaba mi abuela que mi tatarabuela mando construir dos almazaras para poder molturar toda la aceituna de que disponían y aún recuerdo los relatos de mi abuela de como los niños se agolpaban en la puerta de la almazara con un trozo de pan blanco negro o amarillo según cada cual podía para mojarlo en el aceite sobrante. Para ellos aquel liquido era oro de ahí nuestro nombre con esto queremos que el brillo en los ojos de aquellos niños sea el vuestro y así trasladar a vuestros hogares aquella ilusión.